Preparar la maleta para los ladrones
- Edgar Romero
- 26 feb 2016
- 2 Min. de lectura
Sí, tal como lo dice el título, preparar la maleta, bolso, mochila o lo que sea donde quepan cosas, para los ladrones.
Esa frase me quedó de una prima, tras un robo que me hicieron en Caracas, Venezuela (supuestamente una de las ciudades más violentas del mundo, aunque dista mucho mucho mucho de lo que sucede en Sinaloa, Juárez o cualquier otra urbe mexicana).
El cuento
Salí del trabajo y fui de visita a casa de un conocido. Ese día, extrañamente metí en mi bolso: Mi tablet, mi grabadora de audio (que nunca sacaba de la oficina, a menos que tuviera una pauta), caragaba los anteojos puestos, pero decidí meter el otro par que tenía dentro de la mochila, el libro que estaba leyendo en ese momento (El tiempo entre costuras de María Dueñas), un libro que me habían prestado, mi teléfono celular (un smartphone). También saqué algo, más o menos, de dinero, la verdad no sé para qué.
Además, el bolso que cargaba lo había comprado una semana antes.
Visité al pana, una visita rápida. Había quedado con unos amigos que me buscaran para quedarme esa noche con ellos.
Mis amigos me avisan que baje a la puerta del edificio que estaban por llegar. El pana va conmigo, nos quedamos detrás de las rejas para esperar. Yo veo que en la esquina del edificio, una especie de parada de autobús, estaban una pareja con su hijo dentro de un coche, consideré que era seguro salir hasta ahí.
El pana abrió la puerta, salí hasta esa esquina. Justo al llegar, la pareja y el niño abordan un autobús y yo quedé solo.
Unos 30 segundos después, sin darme cuenta, tenía como cinco motos a mí alrededor, con dos pasajeros en cada una. Me apuntaron, levanté mis manos, me arrancaron el bolso, me quitaron los anteojos, me sacaron la cartera de mi bolsillo trasero y se fueron.
Mis amigos llegaron al instante, me hacían señal para cruzar la calle, pero no veía (uso gafas y ya no las tenía) absolutamente nada. Dieron la vuelta, para llegar a donde estaba, se reían de mí, me monté en el auto y pronuncié la frase que en varias ocasiones me ha tocado decir: “Marico me robaron”.
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