Ushuaia la encantadora
- Edgar Romero
- 23 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, en el sur de Argentina, es un lugar mágico, encantador.
Tuve la oportunidad de ir a este sitio en agosto de 2010, en pleno invierno sureño, cuando apenas hay unas 7 u ocho horas de luz natural, puesto que el sol apenas alumbra entre las 09:00 y 17:00 horas aproximadamente, en ocasiones menos.
La temperatura para esta época del año (de junio a septiembre) son: nocturnas entre -8°C y -15°C, diurnas -2°C a 3°C.
En verano (que no he ido) ocurre todo lo contrario. El sol permanece desde las 04:00 a las 22:00 horas; sin embargo no existe el calor en estas tierras, entre diciembre y febrero las temperaturas nocturnas oscilan entre 6°C y 10°C, y las diurnas entre 8°C y 18°C.

Para llegar a esta ciudad, tomé un avión en Buenos Aires, que tardó unas tres horas y media. Tuve la fortuna de contar con un día soleado, la vista desde el aire mientras llegábamos era impresionante, con montañas blancas por todos lados.
Nos hospedamos en un hermoso hotel y de inmediato comenzamos nuestra ruta turística.
Conocimos el Museo Marítimo y del Presidio, de unos 12.000 metros cuadrados de extensión, donde conocimos la historia marítima de la región, pero en especial de la cárcel que funcionó en ese lugar remoto desde 1896 hasta 1947.

También hicimos el recorrido en el tren del fin del mundo, cuyo trayecto incluyó los últimos siete kilómetros que quedan del ferrocarril de los presos, que partía desde la cárcel hasta la ladera del Monte Susana, en la búsqueda de materiales para la construcción.
El tren se pasea por el Parque Nacional Tierra del Fuego. Atraviesa el Cañadón del Toro y cruza el Río Pipo sobre el Puente Quemado. En la Estación Cascada La Macarena, el tren se detiene para apreciar las vistas panorámicas, además de una reconstrucción de un típico asentamiento de una familia de uno de los pueblos originarios que poblaron estas tierras: los yámanas.
Una vez llegamos a la Estación del Parque Nacional, continuamos el recorrido en otro tren más novedoso.

Otro día, tomamos un crucero por las heladas aguas de Ushuaia, navegando el canal Beagle. La embarcación partió desde el puerto de la ciudad y recorrimos la isla Alicia, donde observamos una colonia de lobos marinos, luego nos acercamos a Isla de los Pájaros donde se aprecian los cormoranes reales e imperiales y, finalmente, llegamos hasta a Isla de los Lobos para avistar ejemplares de estos mamíferos. El trayecto se extendió hasta el Faro Les Eclaireurs, un hermoso símbolo de esta parte del mundo.
En otro recorrido, continuamos la visita al otro lado del parque, donde hay unos centros de esquí y por donde pudimos avistar los hermosos lagos Escondido y Fagnano.
En uno de los centros de invierno, tuve la oportunidad de manejar una moto sobre nieve (apenas sé manejar bicicleta).
Sin duda alguna, una experiencia fenomenal, que destapa todos los sentidos, en especial el de la vista.
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