Un lugar en el que nunca he estado
- Edgar Romero
- 5 feb 2016
- 1 Min. de lectura

Para cerrar mis comentarios sobre los libros de David Leaviit, el último que leí de su autoría fue Un lugar en el que nunca he estado.
Ya estos últimos días les comenté en otros artículos sobre Mientras Inglaterra duerme, El lenguaje perdido de las grúas, Junto al pianista, Baile en familia y Arkansas.
En este texto, Leavitt presenta varios relatos nuevamente. En un primer cuento, aborda el tema del lesbianismo; con la historia de una mujer que va a la boda de una vieja amante.
Otro relato es de un hombre, aparentemente tranquilo y con una vida en paz, que abandona a su mujer por un peluquero de perros.
En la historia que lleva por título Un lugar en el que nunca he estado, es una reflexión del autor. Ese lugar es el sida, muy recurrente en sus textos.
Al igual que sus otros libros, este es bastante bueno, ameno a pesar del peso de las historias. Hay otra sobre un joven que viaja por Europa que es un poco refrescante, en comparación con los conflictos e intrigas que se ven en las otras.
Recomendado.
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