Colonia, no de los lugares donde quiero pasar mi vejez
- Edgar Romero
- 4 feb 2016
- 1 Min. de lectura

Colonia del Sacramento, o simplemente Colonia, capital del departamento homónimo, al suroeste de Uruguay, es uno de esos lugares donde me gustaría estar en mi vejez.
Fui en 2008, si no recuerdo mal. Llegué desde Argentina en ferri. Una guía nos llevó a conocer los lugares más emblemáticos de la zona como: La plaza de toros, el casco histórico (donde se encuentran el Bastión del Carmen, la Calle de los Suspiros, la Casa del Virrey, la Iglesia Matriz y la Puerta de la Ciudadela), el faro, entre otros lugares.
Su casco histórico, con angostas calles de piedra, fue declarado Patrimonio Histórico de la humanidad en 1995.
Después de caminar bastante, la guía nos dio tiempo libre. Alquilamos unas bicicletas; al montarme volví a mi niñez, recorrí casi toda la localidad a toda velocidad (lo máximo que se pueda en esta cosa de dos ruedas) y conocí otros rincones que no me mostraron en el paseo previo.
La ciudad es silenciosa, el ruido de los carros es mínimo. Está llena de bares y cafés, donde sentarse a reflexionar sobre la vida, ver pasar a la gente o simplemente contemplar el paisaje.
La ciudad está emplazada estratégicamente en un lugar donde limita al sur con el Río de la Plata y al noroeste un tramo sobre el río Uruguay.
Una de las cosas más bonitas de Colonia son sus atardeceres, ahí, en su muelle, donde está un banco para esperar y contemplar estos momentos.
Foto: Matafion - Flickr.
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